
Cirugía de hemorroides antes del embarazo
En la mujer embarazada pueden producirse crisis hemorroidales agudas. Cuando el tratamiento médico no consigue aliviar el dolor, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. Sin embargo, el cirujano puede ser reacio a operar debido a las posibles complicaciones para la madre y el feto. De julio de 1983 a julio de 1989, se realizó una hemorroidectomía en 25 de las 12.455 mujeres embarazadas (0,2%) que dieron a luz en nuestro centro. Veintidós mujeres estaban en el tercer trimestre, el 80% eran multíparas y todas tenían antecedentes remotos de síntomas hemorroidales, como dolor intermitente, hemorragia y protrusión. Se realizó una hemorroidectomía cerrada bajo anestesia local. La cirugía estaba dirigida a extirpar únicamente la enfermedad sintomática, que incluía tres cuadrantes en 14 pacientes, dos cuadrantes en siete pacientes y un cuadrante en cuatro pacientes. Todos los pacientes experimentaron alivio del dolor intratable al día siguiente de la cirugía, excepto un paciente que precisó un taponamiento hemostático durante el postoperatorio inmediato. No hubo otras complicaciones maternas o fetales. El seguimiento posterior de la enfermedad anorrectal osciló entre 6 meses y 6 años. Seis (24%) pacientes precisaron tratamiento adicional de las hemorroides. Según nuestra experiencia, la hemorroidectomía en pacientes embarazadas seleccionadas es segura.
¿Las hemorroides provocan infertilidad en las mujeres?
Le han operado para extirparle las hemorroides (también llamada hemorroidectomía). Las hemorroides son venas hinchadas (agrandadas, dilatadas) dentro y fuera del ano. Las hemorroides suelen estar causadas por un aumento de la presión, como el esfuerzo cuando se está estreñido o la presión durante el embarazo. Las hemorroides pueden causar dolor, sangrado, coágulos de sangre y picor. La recuperación completa de una operación de hemorroides suele durar unas 4 semanas.
Tras la hemorroidectomía, sentirá dolor o molestias en la zona rectal. También puede experimentar estreñimiento, dificultad para orinar y, posiblemente, algo de sangrado rectal. A continuación se indican algunas pautas generales para el cuidado adecuado después de la intervención.
Tras una intervención de cirugía rectal es frecuente que se produzca una pequeña hemorragia. Puede colocarse una compresa o gasa sobre el orificio anal para mantener limpia la ropa interior. Si se produce una hemorragia prolongada o profusa con paso de coágulos, llame inmediatamente a la consulta. En algunos pacientes se habrá colocado un tapón en el ano al final de la intervención. Se disolverá y se expulsará con la primera deposición.
Dar a luz con hemorroides trombosadas
Tener hemorroides durante el embarazo es bastante frecuente, pero la mayoría son leves y desaparecen por sí solas después del parto. Sin embargo, hay algunos casos en los que las mujeres experimentan hemorroides graves durante el embarazo, cuando puede ser necesaria una intervención quirúrgica. En este momento, el momento de la cirugía de hemorroides es una cuestión de gran atención.
Para las mujeres embarazadas que han tenido hemorroides en el primer embarazo, al dar a luz, especialmente en el caso de parto vaginal, obligando a la madre a empujar con fuerza, usando una fuerza fuerte para empujar al bebé hacia fuera puede causar hemorroides. pesada en el segundo embarazo, porque los músculos aún no se han recuperado. Dependiendo del grado de inflamación y de la localización de la hemorroide -puede tener el tamaño de un guisante o de una uva, puede estar dentro (hemorroides internas) o fuera (hemorroides externas)-, las hemorroides provocarán picor, dolor y molestias a las mujeres embarazadas. En casos graves, las hemorroides también provocan sangrado rectal, durante o después de la defecación.
Obstetras y ginecólogos recomiendan que el tratamiento de las hemorroides para las mujeres embarazadas debe ser con medicamentos y la colocación anal, y no debe utilizar las intervenciones quirúrgicas. Si la enfermedad progresa gravemente, es imprescindible utilizar esas medidas y esperar a que termine el parto. Específicamente, si tiene hemorroides graves durante el embarazo, especialmente si las hemorroides son demasiado grandes, causan mucho dolor y le impiden defecar, necesita cirugía de hemorroides. En caso de hemorroides con complicaciones, es imprescindible intervenir con prontitud, dependiendo de cada caso concreto, habrá medidas de tratamiento adecuadas. Sin embargo, el momento de operarse es al menos 6 semanas después del parto, porque es cuando el tejido muscular del ano vuelve a la normalidad. Los médicos especialistas examinarán y evaluarán el alcance de las hemorroides y recomendarán el tratamiento adecuado para el paciente.
La forma más rápida de deshacerse de las hemorroides durante el embarazo
Las hemorroides pueden ser internas, que generalmente no causan dolor, pero a veces pueden provocar pequeñas hemorragias. Las hemorroides también pueden ser externas si las venas se hinchan y se hacen visibles desde el exterior. Los signos de hemorroides externas incluyen sangrado, dolor al ir al baño y picor. Si ves sangre en el papel higiénico o en las heces (caca), es importante que consultes a un médico. Puede ser consecuencia de las hemorroides, pero también puede indicar una enfermedad más grave.
Durante el embarazo, las hemorroides pueden desencadenarse por un aumento de la presión en las venas rectales. Esto puede deberse al aumento de tamaño del útero, a la presión ejercida por el crecimiento del bebé y al aumento del flujo sanguíneo. Todos estos factores aumentan la presión sobre las venas que rodean el ano a medida que avanza el embarazo. Además, el esfuerzo al ir al baño debido al estreñimiento puede desencadenar o empeorar las hemorroides.
Es más probable que las hemorroides aparezcan durante el segundo y el tercer trimestre del embarazo. A medida que avanza el embarazo, las hemorroides se desencadenan por el crecimiento del útero, los cambios hormonales, el estreñimiento o los cambios en el flujo sanguíneo.