
Dolor en el embarazo tras la extirpación de la vesícula biliar
La cirugía de la vesícula biliar durante el embarazo es un tema que suscita muchas preocupaciones a las futuras madres. Aunque los cálculos biliares son un problema frecuente y a menudo doloroso, la idea de someterse a una intervención quirúrgica puede asustar. Cualquier intervención quirúrgica conlleva riesgos, pero cuando se está embarazada, esos riesgos pueden resultar abrumadores. Es fundamental sopesar los pros y los contras antes de tomar una decisión. Si tiene problemas de vesícula biliar durante el embarazo, debe hablar con su médico sobre sus opciones.
Muchas mujeres tienen problemas de vesícula biliar durante el embarazo. El problema más frecuente son los cálculos biliares. Se trata de pequeñas piedras que se forman en la vesícula biliar. Pueden causar dolor e inflamación u obstruir los conductos biliares. Otros problemas que pueden aparecer son la inflamación de la vesícula biliar (colecistitis), la pancreatitis y la ictericia.
Hay un par de razones por las que los cálculos biliares son un problema común para las mujeres embarazadas. En primer lugar, la hormona progesterona ralentiza el funcionamiento de la vesícula biliar. Esto puede provocar la formación de cálculos biliares. En segundo lugar, el aumento de tamaño del útero ejerce presión sobre la vesícula biliar, lo que también provoca cálculos biliares.
¿La operación de vesícula afectará al embarazo?
Tratamientos de cálculos biliares
Realizar una intervención quirúrgica durante el embarazo no es un tratamiento preferido, pero es posible que a una mujer se le extirpe la vesícula biliar de forma segura durante el embarazo. La extirpación de la vesícula biliar es la segunda intervención quirúrgica no obstétrica más frecuente durante el embarazo. La más frecuente es la extirpación del apéndice.
¿Cuál es el riesgo de aborto con la cirugía de vesícula biliar?
El momento de la colecistectomía antes de la FUM no afectó notablemente al riesgo de resultados adversos en el parto. Se encontró un aOR de aborto espontáneo en embarazos de 0 a 11 meses después de la colecistectomía de 1,3 (IC 95%; 1,1 a 1,5) y de parto prematuro temprano en embarazos de 12 a 23 meses después de la colecistectomía de 1,2 (IC 95%; 0,8 a 2,0)) (Tabla 3).
Cómo tratar los ataques de vesícula durante el embarazo
Fig. 1Inclusión de embarazosImagen a tamaño completoLa tabla 1 presenta las características demográficas de la población de estudio con apendicectomía. Las mujeres con apendicectomía más de 24 meses antes de la FUM eran ligeramente mayores y con mayor frecuencia multíparas que las mujeres con apendicectomía realizada menos de 24 meses antes de la FUM (Tabla 1). El índice de masa corporal era comparable en todos los grupos, con una alta prevalencia de valores perdidos (33,2-50,7%). La prevalencia de tabaquismo no varió según el momento de la cirugía previa, pero la prevalencia de enfermedad inflamatoria y diabetes fue menor en las gestantes con FUM más de 24 meses después de la cirugía. En 1.707 (10,7%) embarazos con apendicectomía antes de la FUM no se conocía el hábito tabáquico. Las características demográficas de las poblaciones de estudio con colecistectomía y laparoscopia diagnóstica pueden consultarse en los Archivos adicionales 3 y 4, respectivamente.
Tabla 1 Información demográfica de las mujeres con apendicectomía antes del embarazoTabla completaLa OR de PEG, parto prematuro precoz, parto prematuro tardío y aborto espontáneo en mujeres con apendicectomía menos de 24 meses antes de la FUM en comparación con 24 meses o más antes de la FUM no cambió sustancialmente a lo largo del tiempo calendario (ver Fig. 2). Las mismas cifras para la colecistectomía y la laparoscopia diagnóstica, respectivamente, pueden verse en los archivos adicionales 5 y 6.
Cirugía de la vesícula biliar durante el segundo trimestre del embarazo
Las intervenciones quirúrgicas durante el embarazo deben minimizar el riesgo fetal sin comprometer la seguridad de la madre. Los resultados favorables para la embarazada y el feto dependen de un diagnóstico preciso y oportuno con una intervención rápida. Los cirujanos deben conocer los datos relativos a las diferencias en las técnicas utilizadas en pacientes embarazadas para optimizar los resultados. Este documento ofrece recomendaciones y directrices específicas para ayudar a los médicos en el diagnóstico y el tratamiento de las afecciones quirúrgicas en pacientes embarazadas, centrándose en el uso de la laparoscopia.
Las directrices para la práctica clínica pretenden indicar los enfoques preferibles a los problemas médicos según lo establecido por los expertos en la materia. Estas recomendaciones se basarán en los datos existentes o en el consenso de la opinión de expertos, cuando se disponga de pocos datos o de ninguno.
Las directrices son aplicables a todos los médicos que abordan el/los problema(s) clínico(s) sin tener en cuenta la formación especializada o los intereses, y pretenden indicar los enfoques preferibles, pero no necesariamente los únicos, aceptables debido a la complejidad del entorno sanitario. Las directrices pretenden ser flexibles. Dada la amplia gama de especificidades de cualquier problema sanitario, el cirujano debe elegir siempre el curso más adecuado para el paciente individual y las variables existentes en el momento de la decisión.
Embarazo tras la extirpación de la vesícula biliar diarrea
Acunando a su hijo de dos semanas en un portabebés, Kadee Tuttle empezaba lo que creía que era un miércoles normal. De repente, sintió una presión tan intensa en el pecho que pensó que podría sufrir un paro cardíaco. Rápidamente llamó a su médico, que le dijo que acudiera al servicio de urgencias más cercano.
En el hospital, Tuttle se sintió aliviada al saber que su corazón estaba bien. Pero no todo eran buenas noticias: El origen del dolor y la presión, y la causa probable del ardor de estómago que había sufrido durante el embarazo, era la vesícula biliar.
“Recuerdo el dolor cuando el médico me tocó la zona debajo del pecho derecho”, dice. “Eso confirmó lo que sospechaba: cálculos biliares, que luego supe que son más frecuentes durante el embarazo que en cualquier otro momento de la vida de una mujer”.
Los cálculos biliares y los síntomas gastrointestinales de Tuttle la hacían candidata a una colecistectomía, es decir, a la extirpación de la vesícula biliar. Al día siguiente, consultó a su médico de cabecera e investigó remedios naturales en Internet, pensando que tenía más tiempo para decidir. Pero sólo dos días después de su visita a urgencias, su dolor se intensificó y empezó a vomitar bilis, el líquido digestivo de color verde neón que produce el hígado.