
Caer de rodillas durante el embarazo segundo trimestre
Es una de esas convenciones que habrás visto en las películas: una mujer embarazada se cae por unas escaleras y acaba en estado crítico. Pero, ¿son este tipo de situaciones un mero drama cinematográfico o realmente pueden producirse abortos tras una caída?
El cuerpo femenino está hecho para soportar una cierta cantidad de golpes y magulladuras cuando lleva un embrión o un feto. Sin embargo, determinadas circunstancias o condiciones aumentan la probabilidad de aborto espontáneo (pérdida en las primeras 20 semanas) o mortinato (pérdida después de las primeras 20 semanas) tras una caída.
En general, una caída durante el primer trimestre no tiene tantas probabilidades de provocar un aborto espontáneo. Durante el primer trimestre, el útero tiene una pared gruesa y está protegido por los huesos de la cintura pélvica. En el segundo trimestre, un gran volumen de líquido amniótico rodea al bebé, ofreciendo también una protección adicional.
A medida que avanza el embarazo, el útero se estira y aumenta de tamaño. En el tercer trimestre, el útero tiene una pared delgada y el bebé se sitúa en una zona prominente. Un traumatismo contuso en el tercer trimestre tiene más probabilidades de provocar un desprendimiento prematuro de la placenta (cuando el revestimiento de la placenta se separa del útero).
Cuándo acudir a urgencias tras una caída durante el embarazo
Durante el embarazo, el cuerpo también produce la hormona relaxina, que ayuda a preparar el cuerpo para el parto. Uno de los efectos de la relaxina es el aflojamiento de los ligamentos de todo el cuerpo, lo que hace a las embarazadas menos estables y más propensas a las lesiones, sobre todo en la espalda.
El dolor de espalda también puede ser un signo de otra cosa, como el inicio del parto o una infección del tracto urinario (ITU). Si tienes dudas o preocupaciones, dolor intenso, dolor que no mejora u otros síntomas, habla con tu médico.
Caerse boca abajo durante el primer trimestre de embarazo
Tu cuerpo está diseñado para proteger al bebé en desarrollo durante el embarazo. Las paredes del útero son músculos gruesos y fuertes que ayudan a mantener a salvo al bebé. El líquido amniótico también sirve de amortiguador. Durante las primeras semanas de embarazo, el útero está metido detrás del hueso pélvico. Las caídas leves al principio del embarazo no suelen ser motivo de preocupación.
Sin embargo, las caídas a finales del segundo trimestre y principios del tercero pueden ser perjudiciales tanto para ti como para el bebé, sobre todo si hay un traumatismo directo en el abdomen. Podrías sufrir contracciones, pérdida de líquido amniótico, separación de la placenta de la pared interna del útero (desprendimiento prematuro de placenta) o paso de células sanguíneas fetales a la circulación materna (hemorragia fetomaterna).
Si tienes una caída leve durante el primer trimestre, llama al médico, descríbele la caída y coméntale los síntomas que tengas. Si sufre una caída hacia el final del segundo trimestre o en cualquier momento del tercer trimestre, acuda inmediatamente al médico. Además, acuda a urgencias si
Embarazada caída en el fondo
El codo de un desconocido por aquí, la encimera de la cocina por allá… A medida que avanza tu embarazo, puede que sientas que tu abdomen está en rumbo de colisión con el mundo. Incluso puede que te preguntes: “¿Cuánta presión puede soportar una barriga de embarazada?”.
No es sólo tu imaginación: Durante el embarazo hay muchos factores que hacen que tu barriga sea propensa a sufrir golpes, como la relajación de ligamentos y articulaciones, una circunferencia cada vez mayor (eres un blanco más grande y estás un poco desequilibrada) y, posiblemente, estar algo distraída.
“La madre naturaleza proporciona un entorno seguro y protegido al feto, que flota en el líquido amniótico de la bolsa amniótica, protegida a su vez por los músculos del útero y del abdomen”, explica el Dr. Owen Montgomery, profesor adjunto de obstetricia y ginecología de la Universidad Allegheny de Ciencias de la Salud. La columna vertebral detrás del útero y la pelvis y la caja torácica delante también forman barreras óseas para proteger aún más al feto.
Incluso con la protección incorporada de tu bebé, informa a tu médico si te has caído directamente sobre el vientre, si has tenido un pequeño accidente o si te has dado un golpe en el estómago con otro adulto. Es posible que te hagan acudir para un control.