
Pasar frío durante el primer trimestre del embarazo
Para estar bien abrigada hay que tener un buen armario de invierno. No hace falta que te gastes un dineral. Tenemos un montón de ideas ingeniosas y baratas para que pases la estación más calentita que una mosca. Consulta aquí nuestro artículo sobre moda invernal para embarazadas, pero en resumen:
Evita las condiciones árticas. Si estás embarazada en invierno, es importante que te abrigues bien y reduzcas al mínimo la exposición al frío extremo, sobre todo en condiciones meteorológicas como la nieve y el hielo. Tómate un “día de nieve” y quédate en casa para evitar condiciones peligrosas y el factor frío.
Ponte guapo. Como hay más posibilidades de resbalar en condiciones de hielo si te aventuras a salir, asegúrate de que llevas un calzado adecuado y resistente con suela adherente. Lee más sobre consejos de calzado en nuestro artículo sobre moda invernal para embarazadas aquí.
Refuerza tus defensas. Una dieta sana es importante para conseguir el equilibrio adecuado de nutrientes para ti y tu bebé (NHS Choices, 2017). También necesitarás mantener tu sistema inmunitario en equilibrio para no sucumbir a los bichos del invierno.
Durante el embarazo, el sistema inmunitario -las defensas del organismo contra las infecciones- se debilita. Esto hace que las mujeres embarazadas sean más susceptibles a las infecciones (NHS Choices, 2018c), razón por la cual muchas mujeres embarazadas (educadamente) mantienen las distancias con las personas con tos o resfriados.
Pasar frío durante el embarazo niño
A medida que el invierno entra en su apogeo, es posible que desees estar embarazada en cualquier otra estación. Las botas pueden quedarte pequeñas a medida que tus pies y pantorrillas se ensanchan. Los abrigos no se abrochan sobre el vientre: ¡te recomiendo un poncho o una capa que puedas seguir usando después del parto! Aunque el frío puede hacer que el embarazo sea incómodo en algunos aspectos, las pacientes se preguntan a menudo si puede afectar negativamente a su embarazo. Los investigadores han estudiado esta cuestión, pero sus conclusiones no son tajantes. Por ejemplo:
Los resultados de este tipo de estudios no son lo bastante consistentes como para sugerir que el invierno por sí mismo perjudique al embarazo.Aunque puede que tengas que saltarte algunas de tus actividades favoritas este año, el invierno está lleno de actividades deliciosas de las que puedes disfrutar mientras estás embarazada. He aquí algunos consejos para mantenerse activa y sana durante el embarazo invernal.
Actividades de invierno para disfrutar -y evitar- durante el embarazoDisfruta de las raquetas de nieve y el esquí de fondo. Estas agradables actividades al aire libre suelen ser seguras para las embarazadas y son un ejercicio estupendo. Asegúrate de llevar calzado adecuado para evitar resbalones y caídas. Ten cuidado con las placas de hielo, los baches y las grietas de las aceras. El yoga, la natación y la cinta de correr pueden mantenerte en forma y en movimiento durante el embarazo sin exponerte a los elementos. Es conveniente que consultes a tu ginecólogo antes de iniciar una nueva actividad.Evita el esquí alpino, el snowboard o el patinaje sobre hielo. Aunque tengas experiencia en las pistas, tu centro de gravedad está cambiando. Es mejor evitar las actividades con alto riesgo de caídas, sobre todo en el último trimestre. Es una ventaja del embarazo. Por lo general, recomendamos a las embarazadas que eviten levantar objetos pesados, y palear la nieve puede agravar el dolor lumbar, que es una dolencia frecuente en la última mitad del embarazo. Aunque el calor puede parecer atractivo en un día frío, las altas temperaturas del agua del jacuzzi (más de 38 grados) pueden ser perjudiciales para el sistema nervioso en desarrollo del bebé durante el primer trimestre. En su lugar, date un baño caliente. Más información.
Sentir frío durante el embarazo signo de aborto espontáneo
Algunas mujeres dicen que simplemente lo saben, y otras se fijan en los primeros síntomas más comunes si sospechan que pueden estar embarazadas. La falta de la menstruación, los pechos hinchados y doloridos, las náuseas matutinas e incluso la aversión a la comida son síntomas obvios, pero hay algunos síntomas extraños que quizá no esperes que sean una señal temprana de embarazo.
Sentirse acalorada durante dos semanas o más al despertarse por la mañana puede ser un signo precoz de embarazo. Tras la ovulación, la temperatura corporal puede ser más alta de lo normal. Si no se regula en las dos semanas siguientes, puede ser un signo de embarazo.
Es habitual que las mujeres en las primeras fases del embarazo sufran mareos y vértigos. Esto se debe a que el embarazo provoca un descenso de la tensión arterial y la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que hace que te sientas mareada.
Otro síntoma precoz es el estreñimiento. El embarazo puede ralentizar tu sistema digestivo. Esto es importante para que tu bebé tenga tiempo de absorber los nutrientes que necesita, pero puede hacer que te sientas hinchada y no puedas ir al baño. Añadir más fibra a tu dieta puede ayudarte a avanzar de forma natural.
Sensación de frío al principio del embarazo nhs
Durante el embarazo, la temperatura corporal aumenta ligeramente, lo cual es completamente normal. Y como sudar es la forma natural de intentar refrescarse y regular la temperatura corporal, hacerlo durante el embarazo también es habitual.
Esta sudoración durante el embarazo es la que te refrescará y evitará el sobrecalentamiento (que podría ser perjudicial para ti y para tu bebé). Los cambios hormonales durante el embarazo también pueden estimular el cerebro (la parte llamada hipotálamo) y hacer que el cuerpo piense que hace aún más calor del que hace, por lo que es posible que sudes más de lo necesario.
En general, los estudios demuestran que hasta el 35% de las mujeres embarazadas sufren sofocos durante el embarazo y el posparto. Normalmente, el aumento de la sudoración y los sofocos son más frecuentes (e intensos) en el primer y tercer trimestre.
A menudo, la sensación de calor puede ser el primer síntoma del comienzo del embarazo. Poco después de quedarse embarazada, los cambios hormonales y el aumento del flujo sanguíneo provocan un aumento de la temperatura corporal normal. Por lo tanto, es perfectamente normal experimentar sudores nocturnos en el primer trimestre.