
Manchado una semana después de la citología
La citología vaginal es una prueba que ayuda a prevenir el cáncer de cuello uterino o a detectarlo precozmente. El cuello uterino es el extremo inferior y estrecho del útero que desemboca en la vagina. Durante la citología, el médico recoge células del cuello uterino y las envía al laboratorio.
En el laboratorio, las células se examinan al microscopio para detectar la presencia de cáncer o de signos de que puedan convertirse en cáncer. Las células que pueden convertirse en cáncer se denominan precánceres. La detección y el tratamiento de los precánceres pueden ayudar a prevenir el cáncer de cuello uterino. La citología vaginal también es una forma fiable de detectar el cáncer en una fase temprana, cuando es más fácil tratarlo.
La citología busca cambios anormales en las células del cuello uterino antes de que se conviertan en cáncer. A veces, las células recogidas durante una citología también se analizan para detectar el VPH, un virus que puede causar cambios celulares que pueden derivar en cáncer.
La citología vaginal y la prueba del VPH son pruebas de cribado del cáncer de cuello uterino que detectan la presencia de cáncer antes de que se presenten síntomas. Las investigaciones demuestran que el cribado del cáncer de cuello de útero puede reducir en gran medida el número de nuevos casos y muertes por esta enfermedad. Pregunte a su médico qué prueba es la más adecuada para usted o si debería hacerse tanto la citología vaginal como la prueba del VPH.
¿Cuánto tiempo se sangra después de una citología estando embarazada?
Si está embarazada durante una citología vaginal, es posible que observe más sangrado después de la prueba. El cuello uterino desarrolla vasos sanguíneos adicionales durante el embarazo. Estos pueden sangrar después de una prueba, pero el sangrado debe terminar en unas pocas horas o no más de dos días.
¿Qué ocurre durante una citología vaginal durante el embarazo?
Durante una prueba de cribado del cuello uterino, se introduce suavemente en la vagina un instrumento llamado espéculo, para que el profesional sanitario que realiza la prueba pueda ver el cuello uterino. A continuación, se utiliza una espátula blanda o un cepillo tipo “escoba” para recoger la muestra. La prueba de cribado del cuello uterino tiene el mismo aspecto y tacto que la prueba de Papanicolaou.
Sangrado tras citología embarazada
¿Con qué frecuencia debo hacerme una citología? Recomendamos que las mujeres de entre 21 y 30 años se hagan una citología cada tres años. Si los resultados son normales y da negativo en la prueba del VPH, puede ampliarse a cada cinco años entre los 31 y los 65 años. Los grupos de población de mayor riesgo, como las personas que padecen una enfermedad autoinmunitaria, deben consultar con su médico acerca de una mayor frecuencia de las pruebas.
¿Necesito hacerme una citología vaginal cuando estoy embarazada? Revisar su historial de citologías es un paso importante y temprano durante la atención prenatal. Sin embargo, somos conscientes de que muchas mujeres embarazadas recientes acuden al médico por primera vez en mucho tiempo -quizá por primera vez como adultas- y no se han sometido a una citología vaginal antes, o durante varios años. Para favorecer un embarazo sano, queremos descartar cuanto antes la posibilidad de que se desarrolle un cáncer de cuello uterino.
La citología vaginal durante el embarazo es segura para usted y su bebé. Cualquier sugerencia de que pueda causar un aborto es falso. Es normal que se produzca una pequeña hemorragia después de una citología vaginal durante el embarazo, ya que aumenta el flujo sanguíneo hacia el útero, lo que hace que el cuello uterino sangre más fácilmente al tocarlo. Es comprensible que cualquier tipo de hemorragia sea alarmante durante el embarazo, pero en este caso la sangre procede del exterior del cuello uterino, no del interior del útero, donde el bebé está a salvo y desarrollándose.
Sangre en frotis de Papanicolaou
El frotis de Papanicolaou se toma del cuello uterino, donde el tipo de célula de la piel del cuello uterino cambia de una llamada “escamosa” a una llamada “columnar”. Esta parte del cuello uterino se denomina unión escamoso-columnar del cuello uterino y también “zona de transformación” del cuello uterino. Es en esta zona del cuello uterino donde pueden producirse cambios anormales que pueden convertirse en el cáncer de cuello uterino más común (carcinoma de células escamosas). Para que una muestra de frotis se considere de calidad “satisfactoria”, debe contener tanto células escamosas como células columnares.
En el embarazo, la unión escamoso-columnar suele estar más en la parte exterior del cuello uterino (denominada “ectocérvix”). Esto significa que también hay más células columnares en la parte externa del cuello uterino. A diferencia de las células escamosas, las células columnares son más friables y sangran más fácilmente al rasparlas. Además, el cuello uterino es más vascular durante el embarazo, lo que aumenta la probabilidad de que sangre con un traumatismo superficial.
Por cierto, debido a estos mismos cambios (más células columnares en el ectocérvix), las mujeres embarazadas pueden tener hemorragias leves después de mantener relaciones sexuales (el pene traumatiza superficialmente esta parte del cuello uterino). Además, las células columnares son células glandulares y el hecho de que haya más en el ectocérvix explica por qué una mujer embarazada suele tener más flujo vaginal.
Sangrado 4 días después de la citología
Es posible que se pregunte si es seguro someterse a una prueba de cribado del cuello uterino durante el embarazo y si los beneficios superan a los riesgos. El cribado sistemático del cuello uterino es la mejor forma de protegerse contra el cáncer de cuello uterino. De las 800 mujeres a las que se diagnostica cáncer de cuello de útero cada año en Australia, 1 de cada 5 no se había sometido nunca a una prueba de cribado o no estaba al día.
El cribado cervical es una forma sencilla de comprobar la salud del cuello uterino. El cuello uterino es la abertura de la matriz (útero) en la parte superior de la vagina. La prueba de cribado del cuello uterino busca indicios del virus del papiloma humano (VPH), un virus que puede provocar cambios en las células del cuello uterino, que pueden convertirse en cáncer de cuello uterino.
Durante una prueba de cribado del cuello uterino, se introduce suavemente en la vagina un instrumento llamado espéculo, para que el profesional sanitario que realiza la prueba pueda ver el cuello uterino. A continuación, se utiliza una espátula blanda o un cepillo tipo “escoba” para recoger la muestra. La prueba de cribado del cuello uterino tiene el mismo aspecto y el mismo tacto que la prueba de Papanicolaou. El procedimiento puede resultar un poco incómodo, pero no debe doler.