En el embarazo, es muy importante cuidar nuestra salud y la del bebé en todo momento. Una de las recomendaciones más comunes que escuchamos es la importancia de mantenernos hidratadas, y es cierto: beber suficiente agua es fundamental para nuestro bienestar durante estos meses.
Sin embargo, hoy quiero hablarte sobre un mito que circula en algunas comunidades: la creencia de que tomar mucha agua helada en el embarazo es bueno. Esta idea puede resultar atractiva en épocas de calor, pero lo cierto es que no es recomendable abusar de las bebidas heladas en esta etapa.
La razón principal es que el agua muy fría puede causar molestias estomacales, algo que en el embarazo es especialmente delicado. Además, tomar agua helada en exceso puede generar contracciones en el útero, lo que puede ser peligroso para el desarrollo del feto.
¿Es malo tomar agua fría en el embarazo?
La hidratación es crucial durante el embarazo, pero surgen dudas como si es malo tomar agua fría en el embarazo o si afecta de alguna manera al bebé. Aclararemos estas incógnitas, basándonos en información actualizada y recomendaciones de expertos en salud.
Desmitificando los riesgos
Beber agua fría durante el embarazo es generalmente seguro y no representa un riesgo para la mayoría de las mujeres.
No hay evidencia científica que sugiera que tomar agua fría en el embarazo sea perjudicial. De hecho, mantenerse hidratada es más importante que la temperatura del agua que consumes.
Impacto en la salud fetal
El mito de que el agua fría puede afectar negativamente al bebé no tiene fundamento científico.
La temperatura del agua se normaliza a medida que pasa por el sistema digestivo y no afecta el entorno uterino. Por lo tanto, tomar agua helada en el embarazo no impacta directamente la salud fetal.
Beneficios de mantenerse hidratada en el embarazo
La hidratación durante el embarazo es vital para la salud de la madre y el desarrollo óptimo del bebé. Beber la cantidad adecuada de agua, independientemente de su temperatura, contribuye significativamente a este proceso.
La importancia de la hidratación
Mantenerse adecuadamente hidratada ayuda a transportar nutrientes esenciales a través de la placenta hasta el bebé y es crucial para la producción de líquido amniótico. Además, una buena hidratación puede ayudar a prevenir infecciones del tracto urinario, que son más comunes durante el embarazo, y a aliviar el estreñimiento, muy frecuente en este periodo. Así, es bueno tomar agua fría en el embarazo ya que contribuye a la hidratación general, siempre que se consuma con moderación y forme parte de un régimen de hidratación saludable.
¿Cuánta agua es recomendable?
Los expertos recomiendan que las mujeres embarazadas beban al menos 8-10 vasos de agua al día, aunque esto puede variar dependiendo de la actividad física y las condiciones climáticas. Aunque puedo tomar agua fría en el embarazo, es esencial escuchar a tu cuerpo y ajustar la ingesta de líquidos según sea necesario, incluyendo otras fuentes de hidratación como frutas y verduras ricas en agua.
Recomendaciones para el consumo de agua en el embarazo
Entendiendo la importancia de mantenerse hidratada durante el embarazo, es útil considerar no solo la cantidad sino también la calidad y temperatura del agua y otras bebidas que consumes.
Temperatura ideal para el agua y otras bebidas
Aunque no existe una temperatura “ideal” universal para beber agua durante el embarazo, lo más recomendable es optar por agua que esté a una temperatura agradable y refrescante, sin llegar a ser extremadamente fría.
Esto es porque el agua muy fría podría ser incómoda para algunas mujeres, especialmente si experimentan sensibilidad dental o digestiva durante el embarazo. En términos generales, se puede tomar agua fría en el embarazo, pero si sientes algún malestar después de beberla, podría ser mejor optar por agua a temperatura ambiente.
Alternativas saludables al agua fría
Si estás buscando alternativas al agua fría que sean tanto refrescantes como nutritivas, considera opciones como infusiones frías de hierbas que sean seguras durante el embarazo (como manzanilla o menta), aguas saborizadas naturalmente con frutas o rodajas de pepino, y smoothies de frutas con un alto contenido de agua.
Estas bebidas no solo te ayudarán a mantenerte hidratada, sino que también pueden ofrecerte variedad y nutrientes adicionales. Recuerda consultar a tu médico sobre las hierbas seguras para consumir durante esta etapa.
Preguntas frecuentes
¿Qué pasa si tomo agua fría estando embarazada?
Tomar agua fría durante el embarazo generalmente no presenta riesgos para la mayoría de las mujeres. No hay evidencia que sugiera que afecte negativamente al embarazo o al bebé. La hidratación es clave, y si el agua fría te ayuda a alcanzar tu ingesta diaria recomendada de líquidos, está bien consumirla. Sin embargo, si experimentas malestar estomacal o calambres después de beber agua fría, podría ser mejor optar por bebidas a una temperatura más moderada.
¿Puedo tomar agua helada si estoy embarazada?
Sí, puedes tomar agua helada si estás embarazada, pero como con cualquier otra preferencia dietética durante el embarazo, escucha a tu cuerpo. Si te sientes bien después de tomar agua helada, está bien incluirla en tu hidratación diaria. No obstante, si notas que te causa malestar, considera alternativas más suaves en temperatura.
¿Qué siente mi bebé cuando tomo agua fría?
Es un mito popular que el bebé puede reaccionar al consumir alimentos o bebidas frías por parte de la madre. Sin embargo, el bebé está bien protegido y regulado dentro del útero y no siente cambios de temperatura como lo hacemos nosotros. Lo que sí es posible es que después de consumir algo frío, la madre pueda notar un aumento en la actividad o movimientos del bebé, pero esto no indica malestar o reacción directa a la temperatura del líquido ingerido.
¿Es malo tomar mucha agua fría en el embarazo?
Beber mucha agua es esencial para mantenerse hidratada durante el embarazo, pero el exceso de cualquier cosa, incluida el agua, puede ser contraproducente. Consumir una gran cantidad de agua fría de manera rápida puede llevar a malestares estomacales en algunas personas.
Es importante equilibrar la ingesta de líquidos y distribuirla a lo largo del día, optando por agua a una temperatura que te resulte cómoda y agradable.